viernes, 20 de julio de 2012

TRAZADO DE LA CIRCUNFERENCIA


Para trazar circunferencias con el compás, se apoya la punta metálica de éste en un punto al que por convección se llama O y se gira la otra punta hasta que el punto de inicio coincida con el punto final.

Otra forma consiste en usar un pedazo de cuerda (la longitud de ésta es el radio de la circunferencia), con un clavo amarrado en un extremo y un lápiz en el otro; el clavo sirve para fijar la cuerda en el centro y el lápiz para marcar el trazo. Este método se emplea en jardinería y en carpintería.

Las circunferencias delimitan los círculos, que son la parte del plano que queda dentro de ellas. Todos los puntos de una circunferencia están a la misma distancia del punto O, llamado centro; la distancia entre cada punto de la curva y el centro se denomina radio.

Con el compás se pueden trazar segmentos iguales de una recta. Si se quiere trazar un segmento 

 igual que 

 sobre una lineal, se abre el compás de manera que cada uno de sus pies esté sobre un extremo del segmento 



; sin modificar ésta apertura, se coloca la punta del compás sobre el punto C y se corta la línea l con la otra punta. El lugar del corte será el punto D.

El compás también se emplea para trazar líneas perpendiculares mediante el siguiente procedimiento, se traza una línea l y, sobre ella, se ubica un punto A, que será el centro de una primera circunferencia. Se traza ésta, y se denota como B un punto donde corta a la línea l (éste será el centro de una nueva circunferencia) con el mismo radio que la primera. Se unen mediante una línea los puntos, donde se cortan ambas circunferencias; ésta línea y la original son perpendiculares, lo cual se puede comprobar con una escuadra. El punto donde corta esta línea a l se llama pie de la perpendicular.



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